«Hay que amar, en la lengua adquirida, la falta de adquisición que limita todo sin cesar pero que jamás la restringe. Debemos luchar con este fracaso para nombrar el mundo perdido. Ella, la lengua, es el con de nuestra alma. Es siempre una puerta.»
Pascal Quignard, La respuesta a Lord Chandos, Shangrila, pág. 42.