«y desde entonces ¿quién que no yo más cerca de lo lejos?
todo es ya el epicentro medular de unas palabras
remotísimas
las belicosas sombras hacinándose en las tenues fisuras
del ayer
la voz la voz gimiendo incontrolada en la acérrima noche
extenuante
ese instrumento triste que perfora la condenada escoria
de la vida
y un caballo negrísimo galopando detrás
perversión carátula del deleite disfraz de la hermosura
ven y absuélveme arrástrame al lugar donde estuve
nutriéndome de dudas
mientras surca la piel la delicada esponja el verbo
inabordable del pasado
y se van esparciendo en lentas gotas fúnebres
las arduas fragmentarias memorias que se enumeran a
continuación»
J.M. Caballero Bonald, Entreguerras, Seix Barral, Barcelona, págs. 24-25